"La locura es la ley de la mayoría," (Terry Gilliam)
Existe una minoría pesada en nuestra sociedad, que hace pasar la mayoría por loca. Le dedico este texto con mucho gusto.
Bueno, es algo alucinante. Si esta COVID-19 no nos mata a todos, al menos nos hará tomar conciencia de algunas de nuestras peores contradicciones. Hemos estado descubriendo durante semanas que donde sea en el mundo, el Humano, en todo su esplendor, está todo menos preparado para enfrentar una catástrofe digna de ese nombre, aunque haga un gran esfuerzo. Desobediencia civil, denuncias, conspiraciones, segregación, compulsiones ridículas ... Si tuviéramos que enfrentarnos a otra guerra mundial o a cualquier otra tragedia importante, nos iría muy mal, y las acciones inusuales de muchos les clasificarían sin ninguna duda en esta categoría poca honrosa de "selección natural potencial", al igual de los individuos que caen en el fondo de un barranco mientras se toman una selfie. Sí, yo juzgo, lo admito. Es así. Soy una mujer mala, une señora me lo dijo la otra vez en el súper cuando yo estaba molestando (sin seriedad) mi colega Nathalie, que también estaba allí. Caso cerrado, admito los hechos, soy malaaaa, pasemos a otra llamada.
Primero arreglemos el caso del papel baño. Al comienzo de la pandemia descubrimos esta locura de acumular rollos de papel sin saber realmente por qué, y si esto nos dio risa al principio, en retrospectiva, me parece tan patético. Nadie sabe por qué compramos tantos rollos, pero como todos los demás lo hacen, ¡let's go, sigamos la tendencia a ciegas saltando del acantilado como un rebaño de ovejas idiotas! ¡Me da vergüenza ir a comprar mi papel, no es broma, y esto, a pesar de que realmente lo necesito (hay que limpiarte el trasero)! Tengo miedo de que me confundan con uno de esos zombis del papel higiénico, criaturas también obsesionadas con las toallitas Lysol y el Purell. Criaturas sin distinción, de hecho, sin la capacidad de pensar por ellas mismas. Se aparecen en los pasillos de los supermercados de sol a sol, listas para hacer cualquier cosa para agarrar los últimos rollos disponibles, y te miran agresivamente con sus ojos "amarillos" (de tanto contener su número uno por falta de papel) si eres el ser vil que les ha superado a la línea de meta.
Estos zombis son los mismos que compran cajas y cajas de botellas de agua, como si de repente el agua de la llave fuera misteriosamente impotable. Vacían los estantes de Kraft Dinner, el colmo de los alimentos no perecederos de calidad, y toman panes blancos e integrales tanto como su congelador puede contener, aunque poco antes de la crisis, creíamos que eran seguidores de la dieta ceto y sin gluten. ¡Los ponemos al descubierto, cabrones! La situación es seria. Además de matar, el virus también parece ablandar los cerebros de algunos que aún no lo han atrapado, haciendo que su capacidad mental sea tan blanda como las barras de mantequilla ahora en escasez (¡se necesita mucha mantequilla para untar todo este pan, verdad!). Debe ser el mismo grupito de sabios que piensa que el coronavirus tiene un vínculo con la cerveza Corona, que afirma que hacer gárgaras con agua salada mientras aguantan la respiración mata el maldito virus, o que cree que todo eso es culpa de la 5G. Tiene buenas espaldas, la 5G ...
¡Quisiera que fuera solo una cuestión de compras y comida, pero no! Vi las noticias antes del cierre de los aeropuertos, y algunos adeptos del valemadrismo (una enfermedad menos contagiosa que el virus, por cierto, pero bien presente en nuestras ciudades), todavía estaban esperando en el Aeropuerto su vuelo a cualquier destino soleado, a pesar de las recomendaciones de TODOS los grandes y menos grandes líderes del universo de no salir del país y de ponerse en cuarentena preventiva. Finalmente tenemos un consenso global, es toda une proeza (poner al tanto a Trump, Macron, Pedro Sánchez, Boris Johnson, AMLO y Trudeau, era una tarea monumental), pero Roger, jubilado en sus setenta (y clientela "coronavirusiana" en riesgo) decidió a pesar de esto que tenía el derecho de ir a Cancún y que él era el jefe de su propia vida. ¡Fuck that! Se va de todos modos. Después se pondrá en cuarentena, eso es todo, y de todos modos llenó su maleta con jabón antibacteriano. Solo tenemos una vida, YOLO, amigos, 'cause we might not get tomorrow[1], Pitbull lo dijo. Santo cielo... ¡Este síndrome del invencible que todo lo sabe nos rematará a todo!
¿Cómo seguir el ejemplo, de todos modos, cuando descubrimos a diario muchas aberraciones en Internet? ¡Hay de todo! Del jugador de baloncesto que tocó a propósito los micrófonos de los periodistas durante una conferencia de prensa, a Carla Bruni, ex primera dama francesa, fingiendo toser en público mientras sus amigos están aplaudiendo, pasando por estos influenciadores presumiendo en Instagram su inconmensurable alegría de disfrutar de las calles vacías de ciudades devastadas para tomar sus fotos perfectas... Y después, estos enjambres de turistas apoltronados en las playas de Florida, mientras que las reuniones están supuestamente prohibidas ... "Orange Trump", fiel a sí mismo, calificando en un tweet la COVID-19 de "virus chino" ... Un cronista haciendo una broma de mal gusto sobre los musulmanes para explicar por qué Irán está tan afectado por la crisis ... Estas personas escupiendo en los botones del elevador para sembrar la discordia ... Y todos aquellos que han decidido que debido a que estamos a punto de desconfinar un poco, podríamos hacerlo todo de una vez, all in, e ir a ver el magnífico avión Antonov 225 estacionado en el aeropuerto de Mirabel ¡Los dos metros, fuck that! ¡No paran de hablarnos de inmunidad colectiva, de todos modos! No solo los virus son contagiosos, sino también la estupidez. Gracias a Dios, otros se están movilizando para neutralizar el peso de la idiotez de algunos, preservando el poco de fe que aún tengo en la humanidad.
De repente descubro toda una facción de adeptos de la teoría de la conspiración. Si entiendo bien la cosa, los chinos habrían inventado el COVID-19 en un laboratorio para inocularlo a su propio pueblo con el fin de crear una pandemia, utilizando ciudadanos viajando de ida y vuelta entre los países europeos y asiáticos como transportistas durante el periodo del año nuevo chino. Contaban con el estilo de vida europeo para convertir a los italianos y franceses en excelentes agentes de contagio acelerado. Es una verdad universal, lo sabemos, hay italianos en todos los rincones del planeta. Una vez la bota infestada, el resto sería muy fácil. Mientras tanto, los chinos invertirían en los descuentos de las bolsas mundiales colapsadas para ganar dinero en detrimento de nosotros, en colusión con Rusia, instigadora de una guerra petrolera con Arabia Saudita para empeorar las cosas, y Bill Gates, quien tenía el plan de patrocinar una vacuna con el propósito específico de implantarnos un chip para espiarnos. En fin, el coronavirus es una cosa inventada desde cero para fastidiar al Occidente y controlarnos, según estos grandes teóricos conspiracionistas. ¡Esta historia no tiene sentido! Dejemos de ver a estos videos cuestionables en YouTube, de los cuales son aficionados los seguidores de la teoría de la tierra plana o los que creen en la influencia del zodíaco en nuestras vidas, ¡y revisen fuentes periodísticas creíbles, por fa!
Y hay la cuarentena, el distanciamiento social, el concepto de teletrabajo, etc. Sabemos de antemano que Netflix batirá récords de visualización. ¡Netflix and chill es todo lo que nos queda! Para los solteros confinados y desesperados por "la cosa", tampoco es fácil. Vieron todo lo que había de disponible en Pornhub, incluso los clips de medio hermanos y primos calientes, esto dice mucho del asunto. Cuando se desconfine, las faldas serán cortas, en mi opinión. En cuanto a la familia, casualmente, si varios bebés nacen a fines del otoño y principios del invierno (¡hagan el amor, no la guerra!), seguramente otras parejas tendrán ganas de matarse para entonces. Pienso en las pobres "viudas de los deportes", las que anteriormente tenían la paz por las tardes y los fines de semana. De repente se ven obligadas a soportar al marido gruñón porque el fútbol, el hockey, el tenis y la Fórmula 1 se suspendieron hasta nuevo aviso. ¡Hasta el March Madness ha sido cancelado y el boxeo del sábado por la tarde! Las que valoraban tener tiempo libre del esposo, se acabó por un tiempo. El único consejo que te doy, si eres una de ellas, es: aspira, exhala y recomienza. Todo va a salir bien. O quizás no.
Lo mismo pasa para el vejestorio que literalmente se escapó de su Consuelo en las primeras horas de la mañana para ir a tomar café tras café al McDonald's, leer el periódico y mitotear con los amigos. FINITO, amigo! Consuelo le espera con una escoba y ahora le da la opción de pasarla ... o recibir un buen golpe por la cabeza. Ese es el verdadero apocalipsis, según yo: tener la obligación de soportar al otro, por falta de opciones, con la esperanza de que sea menos doloroso que la tortura de la curita que quitamos con pequeños tirones, bien pegada en el vello de nuestro brazo. Nos reímos del vejestorio y de Consuelo, pero es menos divertido cuando se trata de una mujer maltratada encerrada con su verdugo. Nunca se han hecho tantos informes a la Secretaría de Protección de la Juventud como desde el comienzo de la pandemia.
También siento pena por los pobres padres de adolescentes que se ven obligados a teletrabajar mientras sus hijos se aplatanen en la casa. La convivencia no es simple. No hay nada peor que un adolescente aburrido, después de todo ... Excepto dos adolescentes aburridos. El estado de ánimo es horrible, la reserva de comida disminuye a ojos vistas (¡Ah! ¿Era por eso, las compras excesivas de Kraft Dinner?), y el ruido aumenta con los días. Cuanto más se aburre, más grita en la casa: "¡¡¡Mamáaaaaaaaa !!! ¿Quedan gansitos y pingüinos? ¡Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Mi pijama está sucio! ¡Papaaaaaaaaaa! ¿Me prestas tu carro? ¿¿¿¿PORQUE NO???? ¡Solo quería ir a saludar a la Dulce! ¡Ella no lo tiene, el chingado coronavirus!” Dios que la escuela es un invento humano brillante, cuando lo piensas bien. Querido Carlomagno, te debemos una.
En resumen, la gente claramente no está lista para enfrentar al apocalipsis. No sé si es porque lo virtual nos influye más que nunca, pero tengo la impresión de que la resistencia de las familias de antaño, aunque menos educadas y claramente menos ricas, era mayor. Estas familias estaban mentalmente más preparadas para enfrentar la adversidad que nosotros hoy. Al mismo tiempo, somos afortunados de poder "practicarnos" en una crisis que sin duda es muy real y alarmante, pero que aún es controlable si todos ponen su propio esfuerzo. Habrá grandes lecciones que aprender de todo esto, una vez que la galera haya terminado, incluida esta: el papel baño no está en la base de la pirámide de Maslow. ¡Recuérdalo cuando llegue el próximo apocalipsis! Y lávate las manos como si estuvieras lavando a Jason Momoa (¡es frase, la robé del internet!).
[1] De la canción Give Me Everything, de Pitbull.
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